
Los buenos hábitos se adquieren, no llegan solos. Hay que trabajarlos, como el agricultor siembra el campo para esperar la buena cosecha. El modo de enfocar el día tiene mucha importancia, más de lo que pueda parecer. De ello dependerá el resto de las horas, y en consecuencia, los valiosos resultados. El médico profesa la medicina, el abogado la abogacía, el docente la enseñanza, y el estudiante… los estudios. El esfuerzo vale la pena. Cuidar los detalles, aprovechar bien el tiempo, organizarse adecuadamente. Basta con proponérselo, con quererlo hacer, y pedir ayuda cuando uno no puede.
Disponer de las horas necesarias de sueño es un elemento que merece la pena cuidar. Comer antes de salir de casa, procurándose de un ligero tentempié para tomar más tarde, ayudará a rendir mejor las primeras horas de clase. Tener la cabeza despejada, sin el aturdimiento de una música descontrolada, facilitará la concentración que se precisa para el día que debe comenzar. Ir con el horario tranquilo, sin prisas pero sin pausas, ofrecerá mejores condiciones de trabajo.
Es la vida del estudiante. La matutina hora de la mañana. Nada fácil para el que le cuesta, pero que compensa cuando uno se lo plantea y pone la lucha en concebir de lo ordinario siempre el mejor momento.
4 comentarios:
Cada día es un regalo. Gracias por tus artículos!
Los padres deberíamos controlar más esas maquinitas, sino luego queremos que se centren en los estudios y es imposible. Estoy de acuerdo contigo.
dice usted que el esfuerzo vale la pena... No sé si nuestros adolescentes están tan seguros de que valga lapena salir de esa nube de color rosa en la que la sociedad envuelve su vida de teenager cuya únivc aley es "pásalo bien y no pegues sello". Qué les espera? vale la pena salir de esa situaciónpara encontarse con ... trabajo temporal, contratos basura, entrar en la tribu d e los mileuristas, ...
Hola, Saludos, y felicidades por el blog.
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