jueves, 26 de abril de 2007

MATAR POR UNOS MINUTOS DE GLORIA

“Lo hemos emitido para saber qué había en la cabeza de esa persona”. Así se ha manifestado el presidente de la NBC tras la emisión del polémico vídeo de Cho Seung Hui. Un vídeo que no aportaba más que un aumento de puntos de share, propaganda fácil, exhibicionismo puro y duro, para dolor de las 32 víctimas que fallecieron en la masacre de Virginia. La mayor parte de la opinión pública lo cree reprobable, y cabe decir que los familiares de las víctimas se han sentido muy ofendidos. Pero el vídeo ya se ha emitido, el director de la cadena ya ha intentado salir del paso con unas burdas declaraciones, y la polémica suscitada de bien seguro que ayudará a crear aún más publicidad ante un hecho doloroso como el sucedido.

La imagen que muestra Hui en la emisión es grave, pero mucho más grave resulta su actitud desafiante. Emitido justamente en Estados Unidos, donde la adquisición de armas resulta tan fácil incluso para un perturbado, las imágenes acaban constituyendo casi un videoclip promocional. Su cara de asesino, y la exaltación a la violencia, han dejado herida abierta a muchos de los ciudadanos, pero no olvidemos que para otros puede llegar a resultar un contagio. Porque de perturbados aun rondan dando vueltas, y pueden haber encontrado un buen ejemplo para emular la macabra hazaña.

¿Límites en la información? Para algunos parece que no hay reglas de juego si se trata de ahondar en el dolor dando morbo a cualquier asunto. El share es lo que cuenta. Luego vendrán los discursos moralizantes por parte de los mismos que dan permisividad a este tipo de juego sucio. Sin olvidar que, por unos segundos de gloria, hay quienes estarían dispuestos a matar.