miércoles, 1 de noviembre de 2006

PALIZA A 100 EUROS

¿Se han enterado de la noticia? “Una alumna graba con su móvil la paliza de otro alumno a un profesor”. ¿El motivo? El alumno, que estaba con cigarrillos en el aula, fue advertido de la falta, y la reacción del chico fue proporcionar una paliza al profesor. El vídeo empezó a correr entre los chicos del instituto por el módico precio de 100 euros. La chica, autora de la grabación, ha sido expulsada quince días del centro. El causante de la paliza parece ser que está a disposición judicial. La reacción de los padres de la alumna ha sido la de desdramatizar la acción, quejándose de la desproporcionada sanción.

Hace pocos años, una compañera docente, vivió una angustiosa situación. Ante un exámen, en un contexto jocoso, advirtió a una chica que se iba a examinar: “Como esta vez no me apruebes, te mato”. Reacción de los padres: denuncia por agresión verbal a su hija. El curso pasado un colegio de reconocido prestigio tuvo que sancionar gravemente a un profesor por fumarse un cigarrillo en uno de los despachos del centro escolar. Si un profesor que está de turno en la vigilancia de patio ve a un alumno fumando, deberá comunicarlo a la dirección del centro y el chico será advertido “severamente” que esto está muy mal. Me explicaba un compañero que más de una vez, al amonestar a un alumno por su falta de trabajo, la respuesta que recibe es: “ojo… no me toque que le denuncio”. Si un profesor –en una descontrolada pérdida de nervios- le llama tonto a un estudiante será sancionado severamente. Si un escolar insulta a su maestro, habrá que analizar el contexto en el cual se ha producido y cuál ha sido el motivo por el cuál el colegial ha faltado al respeto.

El bullying está de moda. Ahora los estudiantes se sienten acosados. Los padres amparan a sus hijos denunciando la presión a la que están sometidos. El alumnado, como es razonable, está amparado por muchos derechos y algunos deberes. Los docentes han de educar siempre guardando las formas y procurando motivar a sus alumnos siguiendo un código deontológico y cumpliendo con sus muchos deberes y obligaciones.

¿Y el bullying al que están sometido gran número de profesores? ¿Quién se preocupa de ello? La autoridad del profesor en el aula es primordial en la educación. Esta facultad no viene dada, se la tiene que ganar uno mismo. Pero también es necesario que la normativa la ampare y la respalde. Y desde casa, los padres, respaldar al profesor.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

He visto las imágenes por televisión. Son increíbles. El profesor intenta defenderse: es lo único que puede hacer. ¿Cómo vamos a educar en estas condiciones? El análisis que hace Óscar Matías es genial. Se nota que conoce bien el mundo educativo.

Anónimo dijo...

Me parece interesante crear un debate en la revista sobre padres y profesores, y de esta manera, poder conocer mejor diferentes situaciones.
Lo digo, porque sigo sin entender este sobreproteccionismo a los hijos por parte de los padres. Toda la vida el profesor tenía la razón. Y ahora, ¿qué? ¿Es que creemos que un profesor no sabe de educación y un padre sí? No digo que los padres no sepan, pero también es cierto que los profesores se preparan para ello y que además es su dedicación profesional. Nada, que a veces esa cultura del esfuerzo se queda en un mimo al niño y san se acabó.

Oscar A. Matías dijo...

Estimado unusario anónimo:

Quién más conoce a los hijos son los padres, y el profesor colabora en su educación. Puede haber padres con excesiva protección a los hijos, pero generalmente todos ellos quieren lo mejor para sus hijos, y valoran el esfuerzo. Todo consiste en que haya una buena colaboración entre escuela y familia, basada en el diálogo.

Breo Tosar dijo...

He llegado a tu blogg por el enlace del Colegio Turó, donde estudié hace no muchos años. Ahora, después de licenciarme en Humanidades en Barcelona, estoy estudiando Magisterio de Inglés en Suecia. Estoy aprendiendo mucho del sistema educativo escandinavo, para luego aportar esas ideas a nuestras escuelas.
Un saludo,
Breo