
La imagen que muestra Hui en la emisión es grave, pero mucho más grave resulta su actitud desafiante. Emitido justamente en Estados Unidos, donde la adquisición de armas resulta tan fácil incluso para un perturbado, las imágenes acaban constituyendo casi un videoclip promocional. Su cara de asesino, y la exaltación a la violencia, han dejado herida abierta a muchos de los ciudadanos, pero no olvidemos que para otros puede llegar a resultar un contagio. Porque de perturbados aun rondan dando vueltas, y pueden haber encontrado un buen ejemplo para emular la macabra hazaña.
¿Límites en la información? Para algunos parece que no hay reglas de juego si se trata de ahondar en el dolor dando morbo a cualquier asunto. El share es lo que cuenta. Luego vendrán los discursos moralizantes por parte de los mismos que dan permisividad a este tipo de juego sucio. Sin olvidar que, por unos segundos de gloria, hay quienes estarían dispuestos a matar.